Ya por algunos años se viene diciendo que vivimos en la época de la información. La época agrícola y la época industrial han pasado a la historia. Cierto que la agricultura y la industria serán indispensables para que subsista una civilización. Pero la realidad más valiosa en nuestros días y en los días por venir es la información.

   

El ministro que desee tener un ministerio efectivo en el día de hoy debe ser una persona informada. El ministro debe informarse bien, no sólo sobre las personas a quienes ministra y la sociedad en que éstos viven, sino que el ministro debe ser bien informado de La Palabra de Dios y lo que ésta dice a las personas en cualquier lugar donde se encuentren.

   

El Seminario Teológico Latino Americano se fundó con el fin de mantener al ministro y a los líderes laicos al día sobre la información actual. Un médico regresa al aula de estudio para poner al corriente su información actual. Un mecánico de automóviles regresa a tomar clases sobre los cambios habidos en su ramo correspondiente. De igual manera, el siervo del Señor tocante a La Palabra de Dios y el contexto en el cual toma lugar la predicación.